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ENTRE LINEAS

Entre recuerdos

Entre recuerdos

 

Hace más de dos años que los di por perdidos. Eran fotos, recuerdos de mi primer trabajo -como funcionario-, el libro de escolaridad –aquél de color azul- con las notas desde primero hasta sexto de bachillerato (cuando el bachillerato era bachillerato) el   C.O.U (Curso de "des"-Orientación Universitaria), las “papeletas” –calificaciones- rosadas y blancas de la carrera y, como no, escritos con fechas de 1974 a 1978. Una parte de mi vida que creía extraviada y que ha vuelto a aparecer en el interior de una vieja cartera que la casualidad me ha devuelto. No hay nada como hacer maletas, remover espacios, preparar vacaciones (una huída casi) para  reencontrarse con uno mismo. Ahí estaba yo con diez años, con quince –la edad de Rosa, mi hija menor- con dieciocho, con veinte, hasta la mayoría de edad que, en aquellos años, se alcanzaba a los veintiún años escribiendo sobre política, las desigualdades sociales, los mundos perdidos en el Universo, las inacabables guerras, la homosexualidad que subsistió en nuestro Código Penal como conducta delictiva hasta 1979 y, por supuesto, escritos sobre el amor o algo que se le parecía mucho.

 

Papeles escritos a mano de palabras tachadas o aporreados con la inseparable "Olivetti" a la que era imposible traicionar con el "tippex". Papeles de líneas torcidas a las que, además, tenía que añadir las consabidas "entre líneas" tarea obligada en una época como aquella en que había que insinuar y no decir abiertamente. Papeles trazados de ilusión, llenos de ingenuidad de quién aún no ha aprendido a escribir sin imaginación. Papeles desgastados de tanto ir de mano en mano buscando una opinión de lo en ellos escritos. Papeles con alguna palabra borrosa porque en ella cayó alguna lágrima de desconsuelo. Mis papeles. Retazos de una vida que resiste el olvido. Mi olvido. Por enésima vez los leí. Sonreí al reconocer el estilo inocente de un adolescente y confieso que sentí cierta vergüenza por ello aún sabiendo que habrá otros adolescentes que habrán escrito, estarán escribiendo y escribirán algo parecido. Si logro superar ese pudor, los traeré hasta este lugar.

 

"¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del Sol ¿Hay algo de que se puede decir: he aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido. No hay memorio de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después... Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya..." (Eclesiastés 1:9 al 11; 3:15)

5 comentarios

oso cavernario -

Nunca se extravian los recuerdos, son el "arte" de la reflexión. Parece muy interesante tu transición adolescente. ¿Podré leer su conjugación?

Violeta -

Supongo que estaras de vacaciones como la mayoria de la gente en estas fechas, yo no he tenido este año, problemas de salud familiar, mi hija.
Tengo que deicirte que te eco de menos, escribe alguna cosita para mi, anda.

Besitos dulces.

El Hada de Los Sueños -

Siempre es Grato Reencontrarnos con nuestro pasado... si este ha sido bueno...
Pasaba x aki.. Te Dejo un Saludo un poco de Polvo Magico.. no Creas q te he olvidado.!!!

kaleidoscopioz -

Vaya, que gusto reencontrarnos adolescentes, quién no guarda algo de aquellos ayeres? Vengaaa, sacúdete el pudor! Que de ahí se inicia lo que ahora somos!

Violeta -

Supera pronto el pudor, tengo ganas de conocer al adolescente que fuiste. Yo tambien escribia en esa epoca, sentimientos, deseos, ilusiones, frustraciones, amores y desamores. Todo una vida en unos pocos años, una epoca en la que cualquier cosa es una montaña. Menos mal que no dura mucho.

Besitos dulces para un poeta vivo.